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Profesora y licenciada en Historia. Río Gallegos (Santa Cruz). República Argentina

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lunes, 27 de julio de 2009

Sobre el significado de "extranjero".

Imperdible la entrevista a Néstor García Canclini publicada en el último número de la Revista Ñ. El antropólogo argentino, residente desde hace años en México, en ocasión de la presentación del último libro que coordinó, Extranjeros en la tecnología y en la cultura, afirma que la condición de "extranjero" va más allá de las fronteras geográficas. Habla de los "extranjeros digitales", es decir, aquellas personas que no dominan las nuevas tecnologías. Frente a la pregunta de si esa extranjería está determinada por el mercado, García Canclini cree que la tecnología, a través de los nuevos hábitos y formas de sociabilidad que provoca, redimensiona la desigualdad sociocultural, expresada en los desniveles económicos y educativos. En la entrevista, además, analiza el impacto de las nuevas tecnologías en la política, la producción cultural y las formas de relacionarse. Para leer el artículo completo, ir a http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2009/07/25/_-01963526.htm.

miércoles, 15 de julio de 2009

Informe EATIC: ¿Por qué enseñar y aprender con TIC?


Cuando decidí realizar esta Diplomatura una serie de preguntas rondaban en mi mente: ¿por qué debía integrar las TIC a mi realidad, como enseñante y como estudiante?, ¿qué agregarían las TIC a mi práctica docente?, ¿aprenderían distinto y mejor mis alumnos?.
Para intentar responder a alguno de esos interrogantes, me parece interesante el análisis del siguiente texto: SALOMON, G., PERKINS, D., GLOBERSON, T. (1992), “Coparticipando en el conocimiento: la ampliación de la inteligencia humana con las tecnologías inteligentes”[1].
Los autores comienzan preguntándose si el uso de las computadoras y los programas que las acompañan “mejora el rendimiento intelectual y la capacidad de los que las utilizan”[2].
Para comenzar, distinguen dos tipos de efectos de las tecnologías inteligentes. Por un lado, hablan de “efectos con la tecnología”, cuando trabajar con una computadora influye en lo que “se hace”, en la “calidad” de los resultados y en “cuando” se hace. Por otro lado, llaman “efectos de la tecnología” a las modificaciones, relativamente duraderas, que se reflejan en las capacidades cognitivas generales (dominio de conocimiento, habilidad, profundidad de la comprensión) de alguien, “como consecuencia” de uso de esa tecnología.
El primer caso, el de la colaboración intelectual entre la computadora y quien la utiliza, muestra una asociación intelectual en la que los resultados van de la mano con el esfuerzo de conjunto. Los autores hablan de “instrumentos cognitivos”, o “tecnologías de la mente”, porque permiten al usuario, al asumir una parte importante del proceso cognitivo, trasponer los límites de su sistema cognitivo.
Ahora bien, para lograr esos efectos, es necesaria la “colaboración consciente”. Es decir, los procesos mentales que se ponen en juego deben ser de tipo no-automático, estar controlados por la voluntad de la persona, no por la tarea o actividad ni por los materiales, y exigir un esfuerzo. Estos procesos, definidos como mindfullnes o atención voluntaria, significan la implicación atenta y voluntaria en una tara. El rendimiento será mejor cuando se opera con atención y a conciencia.
En conclusión, las computadoras “ofrecen una posibilidad de colaboración capaz de ampliar el rendimiento intelectual del usuario. Pero el grado de realización o cumplimiento de este potencial depende en gran medida del compromiso voluntario del usuario. No depende solamente de la “pareja” de interacción estudiante/ordenador sino de CÓMO se emprende la colaboración”[3].
El segundo caso, el de los efectos cognitivos “de” la interacción con los programas informáticos, considera la factibilidad de que, luego de trabajar con la computadora, quede un residuo cognitivo “transferible”, es decir, estrategias y habilidades que el individuo pueda utilizar en otras situaciones, especialmente, cuando no dispongan de la tecnología.
En el caso de la realidad escolar, habría que preguntarse cómo es posible lograr el efecto cognitivo deseable a través del diseño, la actividad y el entorno, de modo que se aliente la abstracción consciente de habilidades y estrategias mentales.
En este punto, es necesario tener en cuenta los contextos dentro del cual la tecnología influye en el razonamiento humano. Sobre todo dos: el “teórico” y el “práctico”.
Con respecto al primero, hay que considerar que las tecnologías, entre ellas las computadoras, afectan la mente a través de las operaciones mentales específicas empleadas para realizar determinadas actividades. Y, tanto las operaciones como las actividades se dan en una determinada cultura, que las promociona o no. Aparte, hay una relación recíproca entre una tecnología, los tipos de actividad, los efectos cognitivos y las funciones sociales. Los autores dan como ejemplo el uso de las computadoras en las escuelas. Si llegaran a ser el centro de la educación, toda la cultura escolar se transformaría, “de un sistema de conocimientos impartidos se podría ir a un régimen de exploración libre y a una re-creación de conocimientos”[4] . Y esa modificación, a su vez, le otorgaría otro rol a la computadora dentro de la escuela.
En el segundo, es imprescindible que la cultura cambie para que la tecnología inteligente produzca cambios mentales profundos. Aquí los autores afirman algo que es muy significativo para la tarea educativa: “no se puede esperar impacto importante alguno cuando se practica la misma vieja actividad con una tecnología que hace que se realice esta misma actividad más rápidamente o con mayor facilidad. Es preciso cambiar la actividad, y esto no puede efectuarse en un vacío cultural”[5]. Hay una “nube de variables correlativas”, tecnología, actividad, objetivo, ambiente, rol del profesor, cultura, que afectan en forma simultánea la mente. Es decir que, para obtener los efectos cognitivos deseables, se necesita mucho más que introducir una computadora o un nuevo programa.
Para concluir, los autores responden afirmativamente a la pregunta sobre si las máquinas pueden hacer más inteligentes a las personas. Pero, ello no sería una consecuencia automática del avance tecnológico sino del diseño de herramientas tecnológicas apropiadas y de un entorno cultural adecuado.
En este último sentido, considero que es fundamental que el uso de la TIC, para que produzca un mejoramiento en el rendimiento de los alumnos, se realice en el marco de un proyecto educativo que contemple el fomento de aquellas capacidades que se quieren desarrollar.
Por ello, me parece muy acertada la propuesta de Jonassen, quien propone el uso de mindtools. Con este concepto se refiere a “herramientas de representación del conocimiento que utilizan aplicaciones de programas de computación tales como bases de datos, planillas de cálculos, redes semánticas, sistemas expertos, conferencias por computadora, multimedia e hipermedia, programación y micromundos, para comprometer a los estudiantes en el desarrollo del pensamiento crítico. Las mindtools son socias intelectuales que facilitan la construcción del conocimiento y la reflexión”[6].

Bibliografía

Se han utilizado los textos que aparecen en las citas al pie.
[1] Texto extraído de Revista CL&E. Comunicación, lenguaje y educación, Nº 13, (pág. 6-22).
[2] Ibídem, pág. 3.
[3] Ibídem, pág. 6.
[4] Ibídem, pág. 11
[5] Ibídem, pág. 11
[6] JONASSEN, D.H. (1996), Learning from, learning about, learning with computing: a rationale for mindtools. Computer in the classroom: mindtools for critical thinking, (pp. 3-22), Englewood Cliffs, New Jersey, Merrill Prentice-Hall, pág. 17.