Mi perfil

Mi foto
Profesora y licenciada en Historia. Río Gallegos (Santa Cruz). República Argentina

Me acompañan

sábado, 19 de diciembre de 2009

Informe GESTIC - ¿Cómo y cuando incorporar las Tic a la vida escolar?

Para elaborar el informe del Módulo GESTIC, he elegido el texto de DEDE, Chris (comp.) (2000), Aprendiendo con tecnología, Bs. As, Paidós, (Capítulo 9, “El proceso de incorporación progresiva de las innovaciones educativas basadas en la tecnología”).

Para comenzar, creo oportuno citar textualmente el siguiente fragmento:



“/…/la tecnología de la información sólo constituye una inversión redituable si se la efectúa en el contexto de una reforma sistémica. A menos que el uso de la tecnología educativa vaya de la mano de otras innovaciones simultáneas en materia de pedagogía, currículo, evaluación y organización escolar, el tiempo y el esfuerzo invertido en implementar estos mecanismos producirán escasas mejoras en los resultados educativos y confirmarán el escepticismo de muchos docentes frente a las modas de las máquinas mágicas” (pp. 2)



El autor propone, entonces, la incorporación de las Tic al ámbito educativo para lograr una “reforma sistémica”, es decir, una



“innovación simultánea, sostenida y a gran escala del currículo, la pedagogía, la evaluación, el desarrollo profesional, la administración escolar, los incentivos y los acuerdos para promover la educación entre escuelas, comercios, hogares y ámbitos comunitarios” (pp. 1).



Para ello, no bastan las experiencias aisladas, individuales y dispersas, “islas de innovación” (pp. 1), desarrolladas por “pioneros” (pp. 7). Es indispensable que los educadores construyan una mirada compartida sobre esa “reforma sistémica”, sobre el tipo de aprendizaje que implica y sobre el uso de la tecnología necesaria para alcanzar ese objetivo. Dede habla de “/…/ asumir este compromiso con la innovación educativa a gran escala /…/” (pp. 8) como una



“/…/obligación profesional /…/ de hacer lo que sea necesario para cambiar las prácticas de enseñanza tradicionales a efectos de que una generación de niños esté realmente bien preparada para el siglo XXI” (pp. 8)



Este tipo de transformaciones requieren la revisión y reformulación de los presupuestos con los que se venía trabajando. Fundamentalmente, son necesarias fuentes de financiamiento para que todos los docentes puedan implementar los cambios (pp. 1).

¿Cómo resolver los desafíos que plantean el costo de la tecnología, su rápida evolución y las destrezas y competencias que requiere su uso? Dede propone una “estrategia de incorporación progresiva” (pp. 1) en la que se deben contemplar las siguientes cuestiones:

• Un modelo de “aprendizaje repartido” (pp. 4) que coordine las actividades educativas entre las aulas, los lugares de trabajo, los hogares y los ámbitos comunitarios. Según esta estrategia, la mayor parte de la presentación de los temas y de la motivación tendría lugar fuera del aula, a través de las tecnologías de información existente en el hogar, el lugar de trabajo, la comunidad. De esta manera, los alumnos experimentarán que el aprendizaje puede lograrse con una variedad de herramientas de información, dispersas por el entorno cotidiano. Así también, se fortalecerán los vínculos entre docentes y familias. Con esta propuesta el autor trata de superar algunos supuestos: el que considera a las computadoras con capacidad multimedial y conexión a Internet como “aparatos mágicos” que resolverán, por sí solas, los problemas de la educación (pp. 2); el que ve en los ordenadores un medio de para lograr la automatización en el manejo de la información (pp. 3); y la errónea imagen de “/…/ los alumnos utilizando continuamente las máquinas mientras los docentes se pasean entre ellos para ayudar a los que tienen dificultades” (pp. 3). Si se implementa esta forma de incorporar la tecnología a la escuela, el docente podría concentrarse en la interpretación y la construcción colectiva de conocimientos, sin necesitar una máquina por alumnos a ser utilizada en cada paso del proceso. ¿Qué quiere transmitir el autor? Que la “reforma sistémica” sólo tendrá lugar si tanto la escuela como la sociedad en la que está inmersa se comprometen en la misma en su costo y mantenimiento. (pp. 4).

• Sin embargo, para lograr los cambios pretendidos, en las escuelas debe existir una cantidad suficiente de computadoras, herramientas Tic, y toda la infraestructura material y humana necesarias para su funcionamiento. Con el fin de sostener en el tiempo los gastos que esta inversión requiere, el autor propone redistribuir los presupuestos. Según sus palabras, utilizar



“/…/ el poder de la tecnología para modificar sus prácticas habituales, de manera que el costo de las computadoras y los sistemas de comunicación sea financiado por mayor eficacia dentro de la organización” (pp. 6).



¿Cómo se traduciría esta propuesta en la práctica? Por un lado, el uso de las herramientas Tic se traduce en menores gastos en libros de texto y demás materiales didácticos, ya que los alumnos buscan información a través de Internet y se relacionan con expertos más allá de los docentes. Además, el manejo más eficiente de la información provocaría una disminución en la cantidad de tiempo y personal encargado de gestionar datos. Por último, será necesario reformular las funciones de la planta docente de manera que haya distintos niveles de calificación y diferentes salarios. Para evitar los conflictos que podría acarrear la reducción de personal provocado por estos cambios organizativos, Dede postula aprovechar los retiros de docentes por jubilaciones para efectuar reformas estructurales (pp. 6 y 7).

• Para lograr convencer a la mayoría de los docentes de la necesidad de una modificación a gran escala, con la incorporación de la tecnología como condición de posibilidad, el autor habla de un cambio “de abajo hacia arriba”, “del medio hacia fuera” y de “arriba hacia abajo” (pp. 7). Las innovaciones desde abajo son impulsadas por los alumnos, quienes “/…/ valorarán la perspectiva de no tener que limitarse a escuchar para aprender” (pp. 7). Las transformaciones del medio son llevadas a cabo por los “pioneros”, aquellos docentes que anhelan un entorno, pedagógico y organizativo, en el que puedan relacionarse de manera significativa con sus alumnos, y aquellos directivos o funcionarios que desean dejar de ser meros burócratas y desean actuar como orientadores y facilitadores de los procesos de enseñanza/aprendizaje (pp. 7 y 8). El agente del cambio hacia abajo es la comunidad en la que está inserta la escuela. La posibilidad de establecer una relación cooperativa, a partir de los nuevos medios de comunicación, provoca interacciones positivas entre la escuela y la sociedad. La escuela recupera, de este modo, respeto en el desempeño del rol de conductora del aprendizaje. (pp. 8).

• Por otro lado, para que los cambios puedan llevarse adelante, hay que demostrar a la comunidad los beneficios de los nuevos modelos de enseñanza y aprendizaje basados en la tecnología. Existen temores, resistencias a vencer. Hay cuatro tipo de mejoras que se pueden ofrecer como muestra a la sociedad: incremento en la motivación de los alumnos (mejor asistencia, mayor concentración, más tiempo destinado a tareas, mejor desempeño escolar) que se pueden probar mediante filmaciones y videos, dominio de tópicos avanzados (destrezas prácticas para mantenerse al día en un sistema económico en rápida evolución), los alumnos actúan como los expertos (aplicación de resolución de problemas similares a los que emplean los expertos), mejores resultados en los exámenes estandarizados (aunque esto no suceda en el corto plazo) (pp. 8, 9 y 10). Y por último, y considero útil reproducir fielmente el texto,

“/…/ el medio más eficaz para convencer a la comunidad en sentido amplio de que los modelos de enseñanza basados en la tecnología son superiores a los métodos convencionales, es hacerlos participar en la educación de los alumnos /…/ establecer acuerdo entre las escuelas y la sociedad /…/” (pp. 10).

• Es necesario que la incorporación de la tecnología a la educación no aumente, sino que disminuya, la brecha entre “ricos” y “pobres”. En este punto, las políticas educativas deben asegurar y garantizar el acceso universal a los nuevos medios. Pero eso no asegura una mayor igualdad. Es indispensable tener en cuenta las necesidades e intereses específicos de las comunidades a las que se les proporciona herramientas tecnológicas. En palabras del autor, “/…/ fomentar la igualdad implica brindar las mismas posibilidades /…/” (pp. 10 y 11).

• Por último, al pensar en cuál será la respuesta de los alumnos a esta propuesta de innovación, Dede considera que se debe elevar el punto de vista y aplicar nuevos medios para evaluar el progreso ya que los existentes sirven para los métodos tradicionales de enseñanza. En este punto hago propias las palabras del autor cuando expresa



“Para trabajar productivamente y ser un buen ciudadano, se precisa mucho más que tener una base adecuada en cada disciplina del conocimiento. Lo importante es integrar estos conceptos y destrezas, seguir aprendiendo durante toda la vida y tener la autoestima, la disciplina y la motivación necesarias para aplicar esos conocimientos” (pp. 12)



Para finalizar, el autor recuerda que la innovación educativa general que él anhela sólo será posible si “/…/ vamos más allá de nuestros supuestos implícitos acerca del aprendizaje, la tecnología, la igualdad, la escolaridad y la sociedad” (pp. 13).

A modo de conclusión, puedo expresar un acuerdo, en líneas generales, con la propuesta de Dede. Considero, como él, que ninguna innovación puede ser llevada adelante si no es con el compromiso de todos los actores sociales implicados, y especialmente, los poderes públicos responsables de diseñar y poner en marcha las políticas educativas. Ahora bien, teniendo en cuenta el contexto en el que estoy inserta, estimo muy difícil que el modelo de “aprendizaje repartido” puede ser implementado. En una sociedad en constante transformación y crisis, con familias que ya no responden al modelo tradicional, ¿cómo lograr que se comprometan en que los niños y jóvenes busquen y sistematicen la información con la que los docentes, luego, trabajarán para construir el conocimiento…? Por experiencia propia, seguramente habrá respuestas tales como “me olvidé”, “la PC está en la casa de mi mamá y yo esta semana la paso en lo de mi papá”, “en el ciber no había conexión”… Por supuesto, esta realidad no debe desanimarnos en la puesta en práctica de diseños innovadores, con apoyo de Tic. Sólo que debemos moderar nuestras expectativas, y pensar, como dice Valeria Kelly en la entrevista, que estamos transitando una etapa de cambio. Y eso, siempre implica ir paso a paso, pretender logros pequeños, pero logros al fin, que, al final, nos van a permitir verificar un cambio en que todos nos veamos reflejados.


Felicidades...




Al finalizar un año difícil, deseo que el próximo esté pleno de esperanza y tranquilidad...


Para todos los que me acompañan en este camino...