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Profesora y licenciada en Historia. Río Gallegos (Santa Cruz). República Argentina

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sábado, 19 de diciembre de 2009

Informe GESTIC - ¿Cómo y cuando incorporar las Tic a la vida escolar?

Para elaborar el informe del Módulo GESTIC, he elegido el texto de DEDE, Chris (comp.) (2000), Aprendiendo con tecnología, Bs. As, Paidós, (Capítulo 9, “El proceso de incorporación progresiva de las innovaciones educativas basadas en la tecnología”).

Para comenzar, creo oportuno citar textualmente el siguiente fragmento:



“/…/la tecnología de la información sólo constituye una inversión redituable si se la efectúa en el contexto de una reforma sistémica. A menos que el uso de la tecnología educativa vaya de la mano de otras innovaciones simultáneas en materia de pedagogía, currículo, evaluación y organización escolar, el tiempo y el esfuerzo invertido en implementar estos mecanismos producirán escasas mejoras en los resultados educativos y confirmarán el escepticismo de muchos docentes frente a las modas de las máquinas mágicas” (pp. 2)



El autor propone, entonces, la incorporación de las Tic al ámbito educativo para lograr una “reforma sistémica”, es decir, una



“innovación simultánea, sostenida y a gran escala del currículo, la pedagogía, la evaluación, el desarrollo profesional, la administración escolar, los incentivos y los acuerdos para promover la educación entre escuelas, comercios, hogares y ámbitos comunitarios” (pp. 1).



Para ello, no bastan las experiencias aisladas, individuales y dispersas, “islas de innovación” (pp. 1), desarrolladas por “pioneros” (pp. 7). Es indispensable que los educadores construyan una mirada compartida sobre esa “reforma sistémica”, sobre el tipo de aprendizaje que implica y sobre el uso de la tecnología necesaria para alcanzar ese objetivo. Dede habla de “/…/ asumir este compromiso con la innovación educativa a gran escala /…/” (pp. 8) como una



“/…/obligación profesional /…/ de hacer lo que sea necesario para cambiar las prácticas de enseñanza tradicionales a efectos de que una generación de niños esté realmente bien preparada para el siglo XXI” (pp. 8)



Este tipo de transformaciones requieren la revisión y reformulación de los presupuestos con los que se venía trabajando. Fundamentalmente, son necesarias fuentes de financiamiento para que todos los docentes puedan implementar los cambios (pp. 1).

¿Cómo resolver los desafíos que plantean el costo de la tecnología, su rápida evolución y las destrezas y competencias que requiere su uso? Dede propone una “estrategia de incorporación progresiva” (pp. 1) en la que se deben contemplar las siguientes cuestiones:

• Un modelo de “aprendizaje repartido” (pp. 4) que coordine las actividades educativas entre las aulas, los lugares de trabajo, los hogares y los ámbitos comunitarios. Según esta estrategia, la mayor parte de la presentación de los temas y de la motivación tendría lugar fuera del aula, a través de las tecnologías de información existente en el hogar, el lugar de trabajo, la comunidad. De esta manera, los alumnos experimentarán que el aprendizaje puede lograrse con una variedad de herramientas de información, dispersas por el entorno cotidiano. Así también, se fortalecerán los vínculos entre docentes y familias. Con esta propuesta el autor trata de superar algunos supuestos: el que considera a las computadoras con capacidad multimedial y conexión a Internet como “aparatos mágicos” que resolverán, por sí solas, los problemas de la educación (pp. 2); el que ve en los ordenadores un medio de para lograr la automatización en el manejo de la información (pp. 3); y la errónea imagen de “/…/ los alumnos utilizando continuamente las máquinas mientras los docentes se pasean entre ellos para ayudar a los que tienen dificultades” (pp. 3). Si se implementa esta forma de incorporar la tecnología a la escuela, el docente podría concentrarse en la interpretación y la construcción colectiva de conocimientos, sin necesitar una máquina por alumnos a ser utilizada en cada paso del proceso. ¿Qué quiere transmitir el autor? Que la “reforma sistémica” sólo tendrá lugar si tanto la escuela como la sociedad en la que está inmersa se comprometen en la misma en su costo y mantenimiento. (pp. 4).

• Sin embargo, para lograr los cambios pretendidos, en las escuelas debe existir una cantidad suficiente de computadoras, herramientas Tic, y toda la infraestructura material y humana necesarias para su funcionamiento. Con el fin de sostener en el tiempo los gastos que esta inversión requiere, el autor propone redistribuir los presupuestos. Según sus palabras, utilizar



“/…/ el poder de la tecnología para modificar sus prácticas habituales, de manera que el costo de las computadoras y los sistemas de comunicación sea financiado por mayor eficacia dentro de la organización” (pp. 6).



¿Cómo se traduciría esta propuesta en la práctica? Por un lado, el uso de las herramientas Tic se traduce en menores gastos en libros de texto y demás materiales didácticos, ya que los alumnos buscan información a través de Internet y se relacionan con expertos más allá de los docentes. Además, el manejo más eficiente de la información provocaría una disminución en la cantidad de tiempo y personal encargado de gestionar datos. Por último, será necesario reformular las funciones de la planta docente de manera que haya distintos niveles de calificación y diferentes salarios. Para evitar los conflictos que podría acarrear la reducción de personal provocado por estos cambios organizativos, Dede postula aprovechar los retiros de docentes por jubilaciones para efectuar reformas estructurales (pp. 6 y 7).

• Para lograr convencer a la mayoría de los docentes de la necesidad de una modificación a gran escala, con la incorporación de la tecnología como condición de posibilidad, el autor habla de un cambio “de abajo hacia arriba”, “del medio hacia fuera” y de “arriba hacia abajo” (pp. 7). Las innovaciones desde abajo son impulsadas por los alumnos, quienes “/…/ valorarán la perspectiva de no tener que limitarse a escuchar para aprender” (pp. 7). Las transformaciones del medio son llevadas a cabo por los “pioneros”, aquellos docentes que anhelan un entorno, pedagógico y organizativo, en el que puedan relacionarse de manera significativa con sus alumnos, y aquellos directivos o funcionarios que desean dejar de ser meros burócratas y desean actuar como orientadores y facilitadores de los procesos de enseñanza/aprendizaje (pp. 7 y 8). El agente del cambio hacia abajo es la comunidad en la que está inserta la escuela. La posibilidad de establecer una relación cooperativa, a partir de los nuevos medios de comunicación, provoca interacciones positivas entre la escuela y la sociedad. La escuela recupera, de este modo, respeto en el desempeño del rol de conductora del aprendizaje. (pp. 8).

• Por otro lado, para que los cambios puedan llevarse adelante, hay que demostrar a la comunidad los beneficios de los nuevos modelos de enseñanza y aprendizaje basados en la tecnología. Existen temores, resistencias a vencer. Hay cuatro tipo de mejoras que se pueden ofrecer como muestra a la sociedad: incremento en la motivación de los alumnos (mejor asistencia, mayor concentración, más tiempo destinado a tareas, mejor desempeño escolar) que se pueden probar mediante filmaciones y videos, dominio de tópicos avanzados (destrezas prácticas para mantenerse al día en un sistema económico en rápida evolución), los alumnos actúan como los expertos (aplicación de resolución de problemas similares a los que emplean los expertos), mejores resultados en los exámenes estandarizados (aunque esto no suceda en el corto plazo) (pp. 8, 9 y 10). Y por último, y considero útil reproducir fielmente el texto,

“/…/ el medio más eficaz para convencer a la comunidad en sentido amplio de que los modelos de enseñanza basados en la tecnología son superiores a los métodos convencionales, es hacerlos participar en la educación de los alumnos /…/ establecer acuerdo entre las escuelas y la sociedad /…/” (pp. 10).

• Es necesario que la incorporación de la tecnología a la educación no aumente, sino que disminuya, la brecha entre “ricos” y “pobres”. En este punto, las políticas educativas deben asegurar y garantizar el acceso universal a los nuevos medios. Pero eso no asegura una mayor igualdad. Es indispensable tener en cuenta las necesidades e intereses específicos de las comunidades a las que se les proporciona herramientas tecnológicas. En palabras del autor, “/…/ fomentar la igualdad implica brindar las mismas posibilidades /…/” (pp. 10 y 11).

• Por último, al pensar en cuál será la respuesta de los alumnos a esta propuesta de innovación, Dede considera que se debe elevar el punto de vista y aplicar nuevos medios para evaluar el progreso ya que los existentes sirven para los métodos tradicionales de enseñanza. En este punto hago propias las palabras del autor cuando expresa



“Para trabajar productivamente y ser un buen ciudadano, se precisa mucho más que tener una base adecuada en cada disciplina del conocimiento. Lo importante es integrar estos conceptos y destrezas, seguir aprendiendo durante toda la vida y tener la autoestima, la disciplina y la motivación necesarias para aplicar esos conocimientos” (pp. 12)



Para finalizar, el autor recuerda que la innovación educativa general que él anhela sólo será posible si “/…/ vamos más allá de nuestros supuestos implícitos acerca del aprendizaje, la tecnología, la igualdad, la escolaridad y la sociedad” (pp. 13).

A modo de conclusión, puedo expresar un acuerdo, en líneas generales, con la propuesta de Dede. Considero, como él, que ninguna innovación puede ser llevada adelante si no es con el compromiso de todos los actores sociales implicados, y especialmente, los poderes públicos responsables de diseñar y poner en marcha las políticas educativas. Ahora bien, teniendo en cuenta el contexto en el que estoy inserta, estimo muy difícil que el modelo de “aprendizaje repartido” puede ser implementado. En una sociedad en constante transformación y crisis, con familias que ya no responden al modelo tradicional, ¿cómo lograr que se comprometan en que los niños y jóvenes busquen y sistematicen la información con la que los docentes, luego, trabajarán para construir el conocimiento…? Por experiencia propia, seguramente habrá respuestas tales como “me olvidé”, “la PC está en la casa de mi mamá y yo esta semana la paso en lo de mi papá”, “en el ciber no había conexión”… Por supuesto, esta realidad no debe desanimarnos en la puesta en práctica de diseños innovadores, con apoyo de Tic. Sólo que debemos moderar nuestras expectativas, y pensar, como dice Valeria Kelly en la entrevista, que estamos transitando una etapa de cambio. Y eso, siempre implica ir paso a paso, pretender logros pequeños, pero logros al fin, que, al final, nos van a permitir verificar un cambio en que todos nos veamos reflejados.


Felicidades...




Al finalizar un año difícil, deseo que el próximo esté pleno de esperanza y tranquilidad...


Para todos los que me acompañan en este camino...

viernes, 30 de octubre de 2009

Los desafíos educativos del Tercer Entorno

Para el presente informe, he elegido comentar el texto de Javier ECHEVERRÍA, “Educación y tecnologías telemáticas”, publicado en la Revista Iberoamericana de Educación, Número 24, OEI ediciones, septiembre-diciembre 2000, pp. 17-36, (Monográfico: TIC en educación), disponible en URL http://www.campus-oei.org/revista/rie24f.htm , correspondiente a la bibliografía básica de la primera sesión del Módulo Enseñar y Aprender en Redes.

El propósito del autor es invitar a un debate sobre las modificaciones que han provocado los adelantos telemáticos en el escenario educativo, ya que, para él, el desafío no es sólo “/…/transmitir información y conocimientos a través de las NTIT, sino que, además, hay que capacitar a las personas para que puedan actuar competentemente en los diversos escenarios de (lo que Echeverría denomina) ese tercer entorno” (pp 17).  Es más, considera que acceder a los entornos telemáticos y actuar en ellos provechosamente, son parte del “/…/ derecho a que cualquier ser humano reciba una educación adecuada al mundo en que vive” (pp 18).

En primer lugar, es interesante conocer qué entiende el autor por tercer entorno. Se trata de un nuevo espacio social, diferente del natural y del urbano, en las que las relaciones interpersonales están mediadas por las nuevas tecnologías de la información y de las telecomunicaciones. Este nuevo espacio, al que Echeverría también llama “telemático”, tiene características propias: “/…/ no es presencial, sino representacional, no es proximal, sino distal, no es sincrónico, sino multicrónico, y no se basa en recintos espaciales con interior, frontera y exterior, sino que depende de redes electrónicas cuyos nodos de interacción pueden estar diseminados por diversos países” (pp 21).

En este nuevo entorno, todas las actividades pueden realizarse en las redes. Es decir, nos hallamos frente a nuevas maneras de informarse, comunicarse, trabajar, expresarse, divertirse. Según Echeverría, “a través de las redes electrónicas es posible hacer la guerra, invertir, comerciar, teletrabajar, entretenerse, investigar y hacer arte/…/” (pp 18).

Ahora bien, para moverse en ese nuevo espacio, se necesitan competencias específicas. Por ello, la educación no puede limitarse a utilizar las nuevas herramientas tecnológicas para transmitir conocimientos e información, o a aprovecharlas para poner en marcha nuevos procesos de enseñanza/aprendizaje. Es necesario un “nuevo sistema educativo para el tercer entorno” , con escuelas, escenarios, instrumentos y métodos específicos de ese escenario.

Se deben organizar “redes educativas telemáticas” que incluyan el diseño y la construcción de nuevos escenarios educativos, la elaboración de instrumentos educativos electrónicos y, especialmente, la formación de educadores especializados en la enseñanza en el nuevo entorno.

No se trata de reemplazar las escuelas tradicionales, sino adicionarles las “redes educativas telemáticas”, en las que tendrán lugar los procesos educativos necesarios para el desarrollo de las habilidades y destrezas que exige el nuevo entorno . Así, los diversos escenarios educativos deberán ser adaptados al nuevo espacio social. Aparecerán el “telepupitre” (pantalla de la PC, consola con los aparatos periféricos, portátil, y conectado a una red telemática educativa, al que se podrá acceder desde cualquier lugar físico), una jornada escolar sin un horario de inicio y finalización rígidos, nuevos “útiles” (pantalla, Mouse, teclado, ordenador multimedia, paleta electrónica, software, videojuegos, laptop, CD, DVD, entre otros), las “infomochilas” (ordenadores específicos para usos educativos, que puedan conectarse a las redes educativas). Las aulas serán “aulas o campus virtuales”, a las que se accederá conectándose a las redes, y en las que actuará el “teletutor”. Habrá escenarios electrónicos diseñados especialmente para aprender las reglas de convivencia en el nuevo entorno. El espacio electrónico equivalente al “patio de colegio”, el “telepatio”, será muy importante para el desarrollo de los procesos de socialización y de adaptación real al nuevo entorno También habrán de contemplarse las salas de juego, las bibliotecas, los despachos de directivos y docentes, los lugares de reunión, todo en formato electrónico. Ninguna de estas novedades supone que desaparecerán los clásicos escenarios educativos, sino que se superpondrán, ya que los aprendizajes que se construyen en uno y otro, son diferentes, y complementarios. .

Otro aspecto considerado por Echeverría, se refiere al agente educativo que tendrá en sus manos la organización y desarrollo de los nuevos escenarios específicos del tercer entorno. Desde fines del siglo XVIII, los Estados Nacionales comenzaron, lenta pero inexorablemente, a responsabilizarse de organizar y mantener los sistemas educativos para garantizar el derecho universal a la educación de todo ciudadano. Pero, el Estado se basa en la territorialidad, y lo que caracteriza al tercer entorno es la transterritorialidad, es decir, que se extiende más allá de las fronteras geográficas y políticas. Si bien hay iniciativas y programas para teleformación (universidades, empresas, organizaciones de todo tipo), no hay unificación de criterios, intereses y sistemas de valores. Es decir, para el tercer entorno, todavía, no hay un marco reglamentario, por lo que no está asegurada la igualdad de oportunidades para educarse en el nuevo espacio social.

Estoy de acuerdo con lo que plantea el autor. No basta con que nuestros niños y jóvenes interactúen con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Si no desarrollan habilidades y destrezas para moverse provechosamente en ese espacio, esas herramientas no tendrán ningún impacto en su aprendizaje. De lo contrario, tomando palabras de Echeverría, “/…/ vagan libremente por los nuevos escenarios telemáticos, aprendiendo exclusivamente en la calles y plazas del tercer entorno (cadenas de televisión, páginas Web, chats, etc)” (pp 25), con todos los peligros que ello implica. Es decir, estarían en la misma situación que los niños en situación de calle a los que los agentes educativos tratan de rescatar e integrar en las escuelas tradicionales. El derecho a la educación, con los avances tecnológicos y su impacto en la sociedad, se ha ampliado y propone nuevas exigencias y desafíos. En resumen, es imperiosa una “/…/ política educativa específica para el tercer entorno”(pp 18).

martes, 29 de septiembre de 2009

Informe TTC - El ¿poder? de los blogs

Para el informe, he elegido el texto de David de Ugarte (2007), El poder de las redes. Manual ilustrado para personas, colectivos y empresas abocados al ciberactivismo, correspondiente a la cuarta sesión de este módulo.
El autor comienza preguntándose qué tienen de nuevo la "redes sociales", de las que tanto se habla en la actualidad, ya que la sociedad siempre ha sido una red de personas que se relacionan. Los elementos novedosos que observa son: Internet y la eclosión de una nueva esfera de relación social que pone en contacto a millones de personas cada día, la aparición de una amplia literatura sobre redes aplicada a todos los campos y, sobre todo, los movimientos que van desde la revolución hasta la protesta cívica, pasando por episodios no clasificables, a los que Juan Urrutia las llamó "ciberturbas" y Rheingold, "multitudes inteligentes". Ugarte postula ver todo ese conjunto como "síntomas de una nueva forma de organización y comunicación social que poco a poco va tomando fuerza y con la que se pueden defender ideas muy diferentes, cuando no opuestas" (pp. 24) y busca "definir ese algo y ver cómo las personas normales podemos ganar con ello independencia y poder" (pp. 25).
La obra se divide en tres partes: primero, una historia de cómo las redes sociales, el mapa de relaciones a través del cual se mueven las ideas y la información, han cambiado a lo largo del tiempo impulsadas por las distintas tecnologías de comunicación; en segundo lugar, se analizan los nuevos movimientos políticos, desde las Revoluciones de Colores en el Este de Europa hasta las ciberturbas en distintos lugares del mundo, para finalmente trazar los modelos fundamentales de ciberactivismo que llevan a la difusión masiva de nuevos mensajes desde la propia red; y, en la tercera parte, se extraen conclusiones útiles para personas, empresas y colectivos de todo tipo sobre cómo comunicar socialmente en un mundo en red distribuido.
A los efectos de este análisis, me centraré en el capitulo "De la pluriarquía a la blogósfera". Ugarte distingue tres tipos de redes: centralizada, descentralizada y distribuída. Son tres formas de disposición, o topologías, según cómo se conectan entre sí los nodos y fluye la información entre ellos. Para el autor, "la clave para poder explicar la gran mayoría de los nuevos fenómenos sociales y políticos a los que nos enfrentamos consiste en entender la diferencia entre un mundo en el que la información se distribuye en una red descentralizada y otro en el que los hace en una red distribuída" (pp. 28). En una red "descentralizada", aparece la noción de jerarquía. Más arriba se está en la pirámide informacional, menos se depende de otros para recibir y transmitir información. Así, la capacidad para trasmitir, convocar y actuar, necesaria para la acción política, se concentra en unos pocos nodos. En cambio, en una red "distribuída", no se depende de nadie en exclusiva para enviar un mensaje, pues no existen los filtros únicos. Siguiendo a Bard y Soderqvist, de Ugarte afirma que en una red distribuida cada uno decide sobre sí mismo, pero no puede ni tiene ocasión para decidir por otros. Por más que haya nodos más conectados que otros, es una red de iguales. Ese sistema, en el que alguien propone algo y responden quiénes están de acuerdo, se llama "pluriarquía", diferente a la democracia, donde la mayoría decide sobre la minoría ante una diferencia de opinión, convirtiéndose, por ello, en un "sistema de escasez".
En estas redes "distribuídas", los blogs o bitácoras son la clave. Estas herramientas son sistemas personales, automáticos y sencillos de publicación que han hecho posible el nacimiento del primer medio de comunicación distribuído: la blogósfera. Se trata de un entorno informativo en el que se reproducen los presupuestos, condiciones y resultados del mundo pluriárquico. En la blogósfera, se tiende a eliminar la separación emisor/receptor, ya que todos pueden publicar; desaparece la capacidad de filtro. Es imposible controlar la información que llega a los nodos finales mediante el manejo de unos cuantos emisores.
Es interesante cómo se caracteriza al blogger, autor del blog. Se lo diferencia del periodista tradicional, ya que no es un “especialista”, y escribe, de forma indistinta, ya sea sobre su vida personal o de temas de actualidad. En esto, el autor observa una negación práctica de la división del trabajo característica de las redes jerárquicas descentralizadas. El blogger “/…/ es a veces fuente directa, muchas veces analista de otros bloggers y fuentes y casi siempre seleccionador de terceras fuentes para sus lectores” (pp. 43). Un blogger no busca una retribución monetaria, sino que sus incentivos son el prestigio, el número de lectores, enlaces y citas publicadas por otros blogosnautas.
A partir de estos elementos, de Ugarte compara diferentes modelos informacionales. Durante el siglo XX, la información se regía por el modelo estructural descentralizado de las redes de telecomunicaciones, y era un producto que se comercializaba por los “ciudadanos Kane y los Estados” (pp. 45). Se respondía a la lógica del periódico como fábrica de noticias, como mediación informativa insustituíble y necesaria. El periodista se posicionaba como un mediador que garantizaba el derecho colectivo a la información. Era el sistema informativo industrial en el que era indispensable, para emitir opiniones, contar con el capital para montar un periódico. “Los medios eran los cancerberos de la información, que extraían unos profesionales, llamados periodistas, de la misma realidad, dándole su primera forma textual: la noticia. Los periódicos eran, pues, el resultado de una actividad profesional especializada que se aderezaba con la opinión de una serie de firmas, valiosas por su posición en el árbol jerárquico y, se suponía, mejor informadas” (pp. 46). En la blogósfera, parte de la “enredadera digital”, las fuentes aparecen de forma hipertextual y en tiempo real, aportadas por los propios protagonistas, no por el corresponsal. El centro ya no está en la redacción, en la conversión de la información de hecho a noticia, sino en la selección de fuentes, disponibles, de forma inmediata, para el lector. Ahora importan la interpretación y el análisis, que darían lugar a una “esfera pública ciudadana no mediada industrialmente” (pp. 47). Este desarrollo de la sociedad de redes distribuídas permitiría la expansión de “nuestra autonomía personal respecto a las instituciones establecidas” (pp. 48), otorgando más libertad a los ciudadanos. Esta esfera informativa “pluriárquica”, significaría un proceso de reorganización del poder que tiende a una estructura de información distribuída. Cada persona podría convertirse en “periodista de su propio medio, nodo del gran medio reticular y distribuído que sería la blogósfera como un todo” (pp. 48) La blogósfera permitiría la redistribución del poder informativo entre la ciudadanía, donde ningún nodo es imprescindible ni determinante, donde todos, potencialmente, son iguales. Los blogs serían la manifestación de la “pluriarquía” como posibilidad de organización de una nueva sociedad. La blogósfera representa, para de Ugarte, el inicio de una “verdadera reconquista de la información y el imaginario como creaciones colectivas y desmercantilizadas” (pp. 48). Ahora bien, las consecuencias serían más profundas, ya que las transformaciones en la estructura de la esfera informativa, influirían en el sistema de representación política. La emergencia de las redes distribuídas ofrece, como perspectiva, “un mundo de fronteras difuminadas sin mediadores profesionalizados “necesarios”, sin elites filtradoras “insustituibles”(pp. 49).
Hasta aquí lo planteado por de Ugarte. Por mi parte, me permito dudar del poder transformador de los blogs, por lo menos en las actuales circunstancias del ambiente en que vivo y trabajo. Creo que son necesarias, primero, transformaciones políticas, económicas, sociales y educativas para que una herramienta como el blog manifieste sus potencialidades. Considero que el autor peca de un optimismo ingenuo al afirmar que los blogs tienen, por sí mismos, el poder de modificar las relaciones de poder. Son alternativas de comunicación, que permiten relacionarse de manera diferente con la información y las fuentes de la misma, pero, por ahora, nada más. Veremos en el futuro.

Bibliografía

UGARTE, David de (2007), El poder de las redes. Manual ilustrado para personas, colectivos y empresas abocados al ciberactivismo. Disponible en http://www.deugarte.com/gomi/el_poder_de_las_redes.pdf

viernes, 25 de septiembre de 2009

Multitudes, ¿inteligentes?

Al leer, en el texto de la cuarta sesión del Módulo TTC, sobre las “smart mobs” o multitudes inteligentes, me surgieron algunas reflexiones. Con ese nombre, se hace referencia, siguiendo a Howard Rheingold, a personas que, utilizando Internet y/o dispositivos móviles de comunicación, acuerdan reunirse para lograr un objetivo determinado (fines políticos, lúdicos, otros). Se trataría de multitudes autoorganizadas que generan una inteligencia emergente y colectiva, cuyo impacto se observa en situaciones concretas. Irremediablemente, pensé en el texto de José María Ramos Mejía, Las Multitudes Argentinas, publicado en 1899. Allí se estimaba que, lejos de demostrar inteligencia y racionalidad, las “multitudes”, en la que las personas dejaban de lado su personalidad individual, actuaban guiadas por el “puro instinto”. Sumidas en “alucinaciones”, sus actos podían derivar en todo tipo de desbordes. Eran potencialmente peligrosas, por lo que había que controlarlas. Por supuesto, tanto la obra de Ramos Mejía, como sus supuestos teóricos, se hallan, actualmente, superados. ¿Por qué, entonces, realizo esa conexión?. Porque me parece que no necesariamente de la reunión de personas que se han autoconvocados por medio de la nuevas herramientas tecnológicas deba surgir algo inteligente. ¿O podemos calificar de ese modo a juntarse para pegarse con almohadas o a practicar un paso de baile? No juzgo los objetivos de esas reuniones, pero no estoy de acuerdo con llamarlas “inteligentes”. Quizás tengo un concepto de inteligencia algo restringido. Puede ser. De todos modos, acuerdo con Herve Fisher cuando manifiesta que "las tonterías de las multitudes también existen”.

viernes, 4 de septiembre de 2009

El constructivismo radical

Me gustaría compartir una cita del texto de Paul Watzlawick, que nos ofrece una síntesis de su pensamiento:
"/.../si hubiera hombres que vivieran de verdad la idea de que ellos son los constructores de su propia realidad, se caracterizarían por tres propiedades especiales. Primero, serían libres, pues, el que se sabe constructor de su propia realidad, también puede crearla con otra forma en todo instante. Segundo, ese hombre sería responsable en el más profundo sentido ético, pues, quien ha comprendido de hecho que él es el constructor de su propia realidad, no cuenta ya con la opción de evadirse a la cómoda excusa de la coacción ejercida por las cosas ni con la de echar la culpa a otros. Tercero, un hombre de esas características sería conciliador en el sentido más profundo del término./.../"
(Watzlawick, 1995)



lunes, 27 de julio de 2009

Sobre el significado de "extranjero".

Imperdible la entrevista a Néstor García Canclini publicada en el último número de la Revista Ñ. El antropólogo argentino, residente desde hace años en México, en ocasión de la presentación del último libro que coordinó, Extranjeros en la tecnología y en la cultura, afirma que la condición de "extranjero" va más allá de las fronteras geográficas. Habla de los "extranjeros digitales", es decir, aquellas personas que no dominan las nuevas tecnologías. Frente a la pregunta de si esa extranjería está determinada por el mercado, García Canclini cree que la tecnología, a través de los nuevos hábitos y formas de sociabilidad que provoca, redimensiona la desigualdad sociocultural, expresada en los desniveles económicos y educativos. En la entrevista, además, analiza el impacto de las nuevas tecnologías en la política, la producción cultural y las formas de relacionarse. Para leer el artículo completo, ir a http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2009/07/25/_-01963526.htm.

miércoles, 15 de julio de 2009

Informe EATIC: ¿Por qué enseñar y aprender con TIC?


Cuando decidí realizar esta Diplomatura una serie de preguntas rondaban en mi mente: ¿por qué debía integrar las TIC a mi realidad, como enseñante y como estudiante?, ¿qué agregarían las TIC a mi práctica docente?, ¿aprenderían distinto y mejor mis alumnos?.
Para intentar responder a alguno de esos interrogantes, me parece interesante el análisis del siguiente texto: SALOMON, G., PERKINS, D., GLOBERSON, T. (1992), “Coparticipando en el conocimiento: la ampliación de la inteligencia humana con las tecnologías inteligentes”[1].
Los autores comienzan preguntándose si el uso de las computadoras y los programas que las acompañan “mejora el rendimiento intelectual y la capacidad de los que las utilizan”[2].
Para comenzar, distinguen dos tipos de efectos de las tecnologías inteligentes. Por un lado, hablan de “efectos con la tecnología”, cuando trabajar con una computadora influye en lo que “se hace”, en la “calidad” de los resultados y en “cuando” se hace. Por otro lado, llaman “efectos de la tecnología” a las modificaciones, relativamente duraderas, que se reflejan en las capacidades cognitivas generales (dominio de conocimiento, habilidad, profundidad de la comprensión) de alguien, “como consecuencia” de uso de esa tecnología.
El primer caso, el de la colaboración intelectual entre la computadora y quien la utiliza, muestra una asociación intelectual en la que los resultados van de la mano con el esfuerzo de conjunto. Los autores hablan de “instrumentos cognitivos”, o “tecnologías de la mente”, porque permiten al usuario, al asumir una parte importante del proceso cognitivo, trasponer los límites de su sistema cognitivo.
Ahora bien, para lograr esos efectos, es necesaria la “colaboración consciente”. Es decir, los procesos mentales que se ponen en juego deben ser de tipo no-automático, estar controlados por la voluntad de la persona, no por la tarea o actividad ni por los materiales, y exigir un esfuerzo. Estos procesos, definidos como mindfullnes o atención voluntaria, significan la implicación atenta y voluntaria en una tara. El rendimiento será mejor cuando se opera con atención y a conciencia.
En conclusión, las computadoras “ofrecen una posibilidad de colaboración capaz de ampliar el rendimiento intelectual del usuario. Pero el grado de realización o cumplimiento de este potencial depende en gran medida del compromiso voluntario del usuario. No depende solamente de la “pareja” de interacción estudiante/ordenador sino de CÓMO se emprende la colaboración”[3].
El segundo caso, el de los efectos cognitivos “de” la interacción con los programas informáticos, considera la factibilidad de que, luego de trabajar con la computadora, quede un residuo cognitivo “transferible”, es decir, estrategias y habilidades que el individuo pueda utilizar en otras situaciones, especialmente, cuando no dispongan de la tecnología.
En el caso de la realidad escolar, habría que preguntarse cómo es posible lograr el efecto cognitivo deseable a través del diseño, la actividad y el entorno, de modo que se aliente la abstracción consciente de habilidades y estrategias mentales.
En este punto, es necesario tener en cuenta los contextos dentro del cual la tecnología influye en el razonamiento humano. Sobre todo dos: el “teórico” y el “práctico”.
Con respecto al primero, hay que considerar que las tecnologías, entre ellas las computadoras, afectan la mente a través de las operaciones mentales específicas empleadas para realizar determinadas actividades. Y, tanto las operaciones como las actividades se dan en una determinada cultura, que las promociona o no. Aparte, hay una relación recíproca entre una tecnología, los tipos de actividad, los efectos cognitivos y las funciones sociales. Los autores dan como ejemplo el uso de las computadoras en las escuelas. Si llegaran a ser el centro de la educación, toda la cultura escolar se transformaría, “de un sistema de conocimientos impartidos se podría ir a un régimen de exploración libre y a una re-creación de conocimientos”[4] . Y esa modificación, a su vez, le otorgaría otro rol a la computadora dentro de la escuela.
En el segundo, es imprescindible que la cultura cambie para que la tecnología inteligente produzca cambios mentales profundos. Aquí los autores afirman algo que es muy significativo para la tarea educativa: “no se puede esperar impacto importante alguno cuando se practica la misma vieja actividad con una tecnología que hace que se realice esta misma actividad más rápidamente o con mayor facilidad. Es preciso cambiar la actividad, y esto no puede efectuarse en un vacío cultural”[5]. Hay una “nube de variables correlativas”, tecnología, actividad, objetivo, ambiente, rol del profesor, cultura, que afectan en forma simultánea la mente. Es decir que, para obtener los efectos cognitivos deseables, se necesita mucho más que introducir una computadora o un nuevo programa.
Para concluir, los autores responden afirmativamente a la pregunta sobre si las máquinas pueden hacer más inteligentes a las personas. Pero, ello no sería una consecuencia automática del avance tecnológico sino del diseño de herramientas tecnológicas apropiadas y de un entorno cultural adecuado.
En este último sentido, considero que es fundamental que el uso de la TIC, para que produzca un mejoramiento en el rendimiento de los alumnos, se realice en el marco de un proyecto educativo que contemple el fomento de aquellas capacidades que se quieren desarrollar.
Por ello, me parece muy acertada la propuesta de Jonassen, quien propone el uso de mindtools. Con este concepto se refiere a “herramientas de representación del conocimiento que utilizan aplicaciones de programas de computación tales como bases de datos, planillas de cálculos, redes semánticas, sistemas expertos, conferencias por computadora, multimedia e hipermedia, programación y micromundos, para comprometer a los estudiantes en el desarrollo del pensamiento crítico. Las mindtools son socias intelectuales que facilitan la construcción del conocimiento y la reflexión”[6].

Bibliografía

Se han utilizado los textos que aparecen en las citas al pie.
[1] Texto extraído de Revista CL&E. Comunicación, lenguaje y educación, Nº 13, (pág. 6-22).
[2] Ibídem, pág. 3.
[3] Ibídem, pág. 6.
[4] Ibídem, pág. 11
[5] Ibídem, pág. 11
[6] JONASSEN, D.H. (1996), Learning from, learning about, learning with computing: a rationale for mindtools. Computer in the classroom: mindtools for critical thinking, (pp. 3-22), Englewood Cliffs, New Jersey, Merrill Prentice-Hall, pág. 17.

domingo, 21 de junio de 2009

Informe BATA: WIKIPEDIA: ¿sí o no?

Para realizar este informe intentaré relacionar e integrar los distintos textos que se refieren a Wikipedia, trabajados en la tercera sesión de este módulo.
Wikipedia puede ser considerada un ejemplo extremo de una de las aplicaciones más difundidas de la Web 2.0, las wikis[1].
A través de los distintos artículos, podemos conocer las características generales de funcionamiento de Wikipedia, sus fortalezas y sus debilidades.
Francis Pisani informa que Wikipedia es un emprendimiento que nació el 15 de enero del 2001, a partir de la iniciativa de Jimmy Wales y Larry Sanger[2]. Surgió con el objetivo de ser una enciclopedia en la que cualquier internauta pudiera participar. La administración, contraria a las jerarquías tradicionales y a la propiedad privada de los contenidos, está costituída por un grupo de miembros electos (300 ingleses, 100 alemanes) que no perciben suma alguna por su trabajo. Los usuarios, registrados y anónimos, se desenvuelven en un ambiente regido por la flexibilidad y el respeto. El principio que rige a la comunidad es el “punto de vista neutral”, según el cual, se busca el consenso entre los miembros[3].
El “punto de vista neutral” significa que todos los que editan, discuten los temas hasta llegar a un consenso, y si ese acuerdo no se alcanza, se presentan dos versiones, una mayoritaria, y otra bajo el título “teorías alternativas”. Si se considera a Wikipedia, como un experimento social, en el que no hay ventajas para la autoridad académica, sino que todos lo que escriben tienen el mismo poder, el “punto de vista neutral” sería un contrato entre personas libres para decidir, por sí mismos, sobre lo que es verdad o no[4].
Con respecto a las críticas al “punto de vista neutral”, que privilegiaría el consenso antes que la verdad, que habría riesgo de caer en el relativismo o en producir discursos infundados, desde Wikipedia se aclara que el principio rector es el de “pertinencia”. La “neutralidad” sobrevendría luego del debate entre los expertos sobre un tema, cuando Wikipedia se abstendría de tomar partido entre posiciones enfrentadas[5].
Al hablar de las fortalezas y debilidades de Wikipedia, su principal virtud, la total apertura a todo aquel que quiera colaborar, se convierte en la causa de sus defectos. Las principales críticas[6], que aparecen en los textos analizados, se pueden resumir en los siguientes puntos:
· Ausencia de validación de la información por autoridades reconocidas, lo que provoca falta de credibilidad en sus contenidos. El “antielitismo” y la falta de respeto por los expertos causarían la falta de colaboración organizada con los medios universitarios para la tarea de verificación.
· Anonimato de los colaboradores. Falta de responsabilidad por lo que se publica y ausencia de referencias bibliográficas. Aunque esta situación estaría cambiando ya que los controles, ejercidos por los “bibliotecarios”, serían más estrictos y los contribuyentes anónimos no podrían crear sino escribir sobre lo que ya existe.
· Los contenidos tienen una calidad muy desigual. El estilo, plano y mezquino, tendería hacia la mediocridad. Se presenta la información como una compilación de datos, sin un esfuerzo de síntesis ni de sistematización.
· Presencia de personas desagradables. Pero, si se intenta establecer algún control se iría contra el primer principio de Wikipedia, el acceso libre.
· Falta de filtros por parte de los editores y del comité de validación, lo que daría lugar a la publicación de información errónea o tendenciosa. Esto la volvería especialmente peligrosa para el trabajo con alumnos y estudiantes
· Los contenidos publicados estarían ligados a los centros de interés de los redactores y contribuyentes, por lo que se producirían lagunas en el campo del conocimiento.
· Circularidad de las fuentes de información, ya que, en muchas ocasiones, un artículo de Wikipedia remite a otro.
· El anonimato y la falta de filtros para la edición permitirían que se produzcan situaciones como el intento de un país, Israel, de “tocar” las entradas relacionadas con su enemigo, Palestina, para modificarlas según su conveniencia[7].
Frente a estos defectos, se pueden mencionar las principales virtudes de Wikipedia:
· Si bien la calidad de los artículos es materia de discusión, se observa solidez y profundidad en las referencias exteriores.
· Permite el acceso libre al conocimiento digital, en forma gratuita, en el idioma de cada parte del mundo.
· Al facilitar que el usuario pueda editar, modificar y crear nuevos enlaces internos, los posibles errores pueden salvarse más rápidamente que en una enciclopedia tradicional.
· La total apertura a todo aquel que quiera formar parte de esta comunidad, da lugar a la expresión de la diversidad cultural, ya que cualquier tema puede ser discutido desde todas las perspectivas posibles.
· La facilidad para leer y reescribir permite que la actualización de la información y de los temas tratados sea permanente.
A modos de conclusión, creo que Wikipedia debe ser utilizada, tomando en cuenta sus virtudes y defectos, como cualquier obra de referencia, digital o impresa. Es decir, como el “inicio” y no el “fin” de un trabajo de búsqueda de información.

[1]Wiki, wiki (rápido en lengua hawaiana), es una herramienta que permite crear documentos y publicar contenidos de manera colectiva, y cuyas características más sobresalientes son la interacción y el trabajo colaborativo de los usuarios. Son un conjunto de páginas Web, hipervinculadas entre si por los enlaces que se van creando en cada texto. (para más información véase el desarrollo de la Segunda Sesión del Módulo BATA, “De la comunidad mediada al software grupal”, pág. 13 y14).
[2] Este último renunció al proyecto y se convirtió en uno de los principales críticos.
[3] Véase Pisani, Francis “Cómo funciona Wikipedia, la mayor enciclopedia del mundo” en http://www.francispisani.net/2005/02/como_funciona_w.html/
[4] Véase “Wikipedia: entre la buena fe y el caos” en http://kriptopolis.org/wikipedia-entre-la-buena-fe-y-el-caos
[5] Véase “Critiques de Wikipédia” en http://fr.wikipedia.org/wiki/Critiques-de-Wikipedia
[6] Véase “Wikipedia vs Enciclopedia Británica: la discusión en los Blogs” en http://www.clarin.com/diario/2006/01/11/um/m-01122651.htm/
[7] Véase Kukso, Federico, “Wikipedia se fue a la guerra”, en http://criticadigital.com.ar/impresa/index.php?secc=nota&nid=3714

martes, 16 de junio de 2009

Informe TyD: Las TIC y su impacto en mi vida


Durante los últimos 15 años, o 20 para hacer coincidir el período analizado con cambios fundamentales en mi vida, las herramientas tecnológicas fueron ingresando a mi vida, personal, profesional y social, de forma lenta pero inexorable. Es decir, cada vez que adoptaba alguna de esos artefactos, muchas veces resignadamente, ya no lo abandonaba. Se convertía en indispensable.
Para realizar el análisis solicitado en las consignas, elegí dos de las herramientas tecnológicas del conjunto que ha experimentado un avance vertiginoso en las últimas décadas: la computadora personal o PC y la conexión a Internet. Mi relación con ellas es ilustrativo de cómo he ido tomando contacto con todas lo demás elementos de la convergencia tecnológica (informática, telecomunicaciones y electrónica)[1].
Si mis recuerdos van un poco más hacia atrás en el tiempo, infancia y juventud, me observo totalmente ajena a las herramientas que caracterizan a la Sociedad de la Información. En mi trayectoria escolar, primaria y secundaria (década del 70), y en la formación universitaria de grado (principios de los 80), sólo recuerdo el uso intensivo de la fotocopiadora y de la máquina de escribir. Sí, yo pertenezco a una generación que todavía concurría a una academia privada a aprender dactilografía. Experimenté una alegría inmensa cuando mis padres pudieron adquirir una máquina de escribir para mi uso personal.
Si hurgo en mi memoria, aparece, sin embargo, un detalle. Formé parte del primer grupo de alumnos de mi facultad que fue “informatizado”. Cuando me informaron al respecto, no entendí qué significaba. Me entregaron unas tarjetas agujereadas que debía entregar para realizar todo trámite académico. La única consecuencia que recuerdo de ese “adelanto” es que, como me inscribía para los exámenes finales con esas tarjetas, nunca aparecía en las listas y debía ir a reclamar.
Luego, con el pasar de los años empezaron a aparecer, por todos lados, los cursos para “aprender computación”. Preguntaba qué se enseñaba y me mostraban unos esquemas o me hablaban en términos totalmente crípticos para mí. Era una actividad para “iniciados”. Nadie, en mi círculo familiar o social, poseía una computadora. Sólo veía las que estaban en negocios o instituciones. No me atraían y no me imaginaba cómo integrarlas a mi vida. Ni hablar de Internet. Era, definitivamente, magia.
Ya recibida de Profesora y Licenciada en Historia, comencé a desempeñarme en la actividad docente. Corría el año 1987. Me había mudado de Córdoba a Río Gallegos. Un colega me aconsejó aprender a usar la computadora ya que todo pasaría por ella en el futuro. No capté el mensaje en ese momento. Pero, las computadoras comenzaron a cercarme. Estaban en todos lados, en todas las actividades. Me decidí. Aprendería computación.
Inicié un periplo por cursos de “operador de PC”. Hice varios, con distintas características, a algunos los finalicé. Pero, como no disponía de una máquina propia, no lograba utilizar lo que aprendía, lo olvidaba, y me parecía que todo era pérdida, de dinero y de tiempo. Seguía realizando mis tareas a mano o con la máquina de escribir.
A fines de los 90, decidí encarar la realización de un posgrado. Y, para ello, fue condición sine qua non, la adquisición de una PC y la conexión a Internet, vía dial up. Y, para optimizar su uso, compré un curso, por correo, para aprender a usar lo que me interesaba, el procesador de texto. Todo lo demás, lo fui aprendiendo por ensayo y error, observando y preguntando a parientes, amigos y colegas más experimentados.
A esa primera PC, la conservé muchos años, todos los que pude. La renové, al igual que la conexión a Internet, cuando el avance tecnológico las volvió obsoleta. En el lugar donde vivo, hay un solo proveedor del servicio de banda ancha, por lo que el mismo es lento, malo y caro. Pero, no hay opción. También he incorporado aquellos complementos que son necesario para un mejor aprovechamiento de esta herramienta: webcam, aunque ésta fue regalada, porque un pariente lejano quería verme, pendrive, multifunción, ésta última para reemplazar a la vieja impresora, cuyos cartuchos de tinta eran carísimos.
Actualmente, utilizo la computadora personal para trabajar, estudiar, y comunicarme con familiares y amigos. Su uso me ha facilitado la tarea docente. Todo está disponible para ser utilizado, corregido y aprovechado varias veces. En el aspecto de la formación profesional permanente, la PC y la conexión a Internet me han permitido realizar cursos virtuales, que son, en este momento de mi vida personal, las únicas oportunidades factibles de capacitación. Y, ambas, PC e Internet, son indispensables para contactarme con la familia y los amigos que viven lejos
Con respecto a la relación entre la PC, Internet y mi práctica docente, el aprovechamiento que he hecho de las mismas es mínimo. Utilizo la informática para agilizar mi tarea en lo que se refiere a realizar planificaciones, programas, actividades, evaluaciones, listados. Me comunico, vía mail, con algunos colegas y con algunas instituciones, especialmente la universidad. Pero, de acuerdo a la bibliografía, no he realizado ningún cambio metodológico que me permita afirmar que ha habido una apropiación de la herramienta. Me he limitado a solicitar a mis alumnos que presenten sus trabajos en un procesador de texto, o que realicen alguna búsqueda de información. O, para mejorar la comunicación, ya que pueden enviarme sus producciones por correo electrónico. Sólo los alumnos de la universidad utilizan esta última opción. Es decir, nada que no pudiera hacer sin la PC, sólo que más rápidamente[2].
Es decir, que la computadora personal y la conexión a Internet han modificado, favorablemente, muchos aspectos de mi vida, personal y profesional. Pero, haciendo un análisis más detallado, veo que, en algunas esferas de mi cotidianeidad, no tienen presencia. Y, si las uso, es porque no tengo otra alternativa. Un ejemplo, es el uso del tiempo libre. Jamás elijo, para divertirme o pasar un rato agradable, prender la PC o conectarme a la red. Si leo el diario on line es porque no llega a mi ciudad aquel que a mí me interesa. Si veo películas por la PC o en el reproductor de DVD, también incorporado tardíamente, cuando ya no podía alquilar nada en VHS, es porque en mi ciudad ya no hay cine. No chateo ni “navego” porque sí. No uso facebook ni similares.
Para finalizar cabe preguntarme, ¿soy parte de la Sociedad de la Información? Puedo decir que sí, que como usuaria utilizo todas aquellas herramientas que, según mi criterio, mejoran mi calidad de vida personal y laboral. Pero, no me siento atraída por las “novedades” del avance tecnológico per se. Es más, soy reticente a incorporarlas. Siento que el mercado quiere crearme la necesidad de tener siempre lo “más nuevo”, porque necesariamente es “mejor”. Y en mi desempeño docente, no me considero preparada para realizar un uso novedoso, que signifique un cambio de metodología, de la informática. Esa es una de las razones por las que estoy realizando esta capacitación.

BIBLIOGRAFIA

He utilizado los textos indicados como “bibliografía” básica en las dos sesiones de este módulo de trabajo.
[1] Me considero bastante reticente a incorporar artefactos electrónicos sin un riguroso análisis crítico sobre la incidencia que van a tener en mi vida. No utilizo ni mp3 ni mp4, no los considero necesarios. El teléfono celular es una adquisición tardía a la que todavía no me acostumbro a usar. En mi hogar, hay un solo televisor, de los comunes, que debe ser compartido por toda la familia. La conexión al cable es indispensable en Río Gallegos, ya que la televisión por aire es espantosamente mala.
[2] En las escuelas en las que trabajo, se observa claramente la concreción de la idea, errónea, de que “los alumnos deben contar con computadoras conectadas a Internet” para que todo, en educación, mejore sin más.

lunes, 15 de junio de 2009

¿Ustedes son fanáticos de las redes sociales? Lean esto...

En la última edición de la Revista Ñ, leí un artículo muy interesante y provocador. Se titula "¿Conectividad significa pobreza?". En el mismo, su autora, Virginia Hefferman, usuaria de Twitter, se refiere al comentario que realizó un escritor, Bruce Sterling, en una conferencia. Sterling opinó que "el símbolo más claro de la pobreza es la dependencia de conexiones como Internet, Skype y los mensajes de texto". Y agregó que "(quien) puede permitirse el ocio y el esparcimiento, /.../, disfruta la soledad o la intimidad con sus amigos, seguramente rodeado de libros, cine y pinturas, vino y vinilo, cosas originales que siguen en su lugar y que no es posible copiar, corromper y enviar a todo el globo mediante un clic". ¿Qué les parece? Los invito a leer el artículo completo (Ñ Revista de Cultura, Clarín, 298, sábado 13 de junio de 2009, pág. 14, http://www.revistaenie.com/).

jueves, 4 de junio de 2009

Wikipedia y yo

Mi relación con Wikipedia ha sido casi nula hasta este momento. Haciéndome eco de todas las críticas adversas que se le han formulado, no la tenía en cuenta como recurso de información. Desconfiaba de la validez y pertinencia de sus contenidos.
Por ello, la lectura de la bibliografía de la Sesión 3 de BATA me ha resultado muy esclarecedor. Especialmente, el artículo, en francés, Critiques de Wikipédia.
En una parte del texto se pueden leer dos fragmentos que, yo creo, me sirvieron para reconsiderar mi punto de vista: "Wikipedia, como las otras enciclopedias, no son más que un punto de partida en una búsqueda, nunca el fin de la misma", "necesidad que los lectores tengan un espíritu crítlco sobre lo que leen" (la traducción es mía).
Partiendo de esas premisas, comencé a buscar material sobre un campo de conocimiento en el que tengo cierta competencia, la historiografía argentina, y lo que encontré fue, justamente, buenas presentaciones de los temas. Más allá del anonimato de los autores, pude verificar que los enlaces y la bibliografía que se presentaban eran válidos y permitían profundizar distintos aspectos.
En conclusión, me he reconciliado con Wikipedia. Y sigo descubriendo que hay muchas facetas de la Web 2.0 que no conocía y que puedo acudir a ellas con provecho.
Hasta pronto.

lunes, 1 de junio de 2009

Fin de trimestre

Blogosnautas de la Comisión 5, he estado ausente del Blog por varios motivos. Primero, es final de trimestre. Y todos los que son docentes comprenden qué significa eso. Evaluaciones (pilas), trabajos prácticos, planillas, reuniones... Después, me he sumergido en la lectura de la bibliografía de la sesión. Sigo asombrada por las potencialidades que ofrece la Web 2.0., aunque acuerdo con las críticas que se le formulan. Voy descubriendo, de a poco, un montón de herramientas de las que dispongo en mi PC, y de las cuales yo no tenía noticas. Miro por primera vez iconitos a los que no había prestado atención. Las pruebo, las activo, las desactivo, algunas veces veo que me serán de utilidad, otras no me interesan, o no entiendo bien cómo usarlas. Vuelvo a la bibliografía de sesiones anteriores para entender mejor, por ejemplo, el tema RSS que todavía no me termina de cerrar. Y por último, trabajo con mi blogfolio, intento mejorarlo, me trabo, me destrabo. Pregunto. Es increíble, estoy atascada y viene mi hija, 11 años, y me dice: "Mami, es fácil, tocá aquí y acá". ¡Y funciona! Me quedo boquiabierta. Por ejemplo, si entro desde mi URL, es como si solamente lo viera, no puedo modificarlo, tengo que ingresar desde Blogger. ¿A ustedes les pasa?, ¿alguna vez seré una experta nadadora en este ancho mar?

martes, 26 de mayo de 2009

Internet y la sociedad. ¿Guerra por Internet?

En la bibliografía básica de la sesión 1 de este módulo, Castells manifiesta que "la sociedad toma las tecnologías y las adapta a lo que la sociedad hace".
En la siguiente situación podemos ver un ejemplo. En el 2007, Estonia sufrió la anulación de los servicios de Internet, por un ataque de hackers rusos que se ofendieron por el traslado de una estatua en homenaje a soldados rusos caídos en la Segunda Guerra Mundial. (información publicada por Bruno Massare en "Internet, réplica de la vida real", en Ñ, Revista de Cultura, Clarín, Nº 295, 23 de mayo de 2009, pág. 10 y 11)
¿Lo real se vuelve virtual?, ¿o es al revés?

Bienvenida

Hola a todos/as, les doy la bienvenida a mi primer blog, muy rudimentario todavía. Con el tiempo, y el trabajo en conjunto, seguramente ganará tanto en presentación como en contenidos. Los espero... Afectuosamente. María Rosa.